Tres libros valientes sobre Centroamérica
Para conocer qué es El Salvador hoy, es imprescindible la lectura del genial escritor Horacio Castellanos Moya. Para conocer realmente el agujero negro en que quedó convertida Centroamérica (particularmente El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua) es imprescindible la lectura de Castellanos Moya.
La guerra dejó en el país 85 mil muertos, un número inestimable de desaparecidos y la más absoluta impunidad. Pero la guerra continúa.
En el 2009 fueron asesinadas en El Salvador 4.365 personas, muchas de ellas por desconocidos escuadrones de la muerte que operan en el país, controlando el tráfico de personas, armas y droga. Organizaciones vinculadas a diabólicos personajes, enquistados en los aparatos de Estado salvadoreño desde el fin de la guerra.
El Salvador es el país más pequeño de América con una población de 6 millones habitantes. Pero algo así como 2,5 millones han emigrado ilegalmente a los EEUU. Jugándose la vida en el camino hasta la frontera de México. Quien puede, se va.
En este escenario ¿se puede escribir de amores y flores? Creo que no. No, al menos, si se quiere conservar la dignidad.
En Horacio Catellanos Moya podemos encontrar la historia más completa jamás contada sobre la guerra en Centroamérica y sus consecuencias actuales. Pero nunca de una manera victimista, sino descubriendo la farsa: valiente, satírica, llena de ironía y sarcasmo.
En Insensatez ( Tusquets Editores, 2004) el protagonista es un periodista contratado por la iglesia para redactar un informe final a partir de documentos que recogen el testimonio de las víctimas del genocidio indígena en Guatemala.
Con este potente inicio, Catellanos Moya, nos sitúa frente al horror de la guerra a través de las narraciones de los supervivientes. También los oscuros intereses para que el informe no salga a la luz. Las tramas, persecuciones, misterios… en que se ve envuelto nuestro periodista hacen de “Insensatez” una aventura de comienzo a final. En esta aventura, muy importante, los horrores cometidos desde el “bando revolucionario” también quedan al descubierto.
El Asco. Tres relatos violentos (Editorial Casiopea, Barcelona, 2000). En uno de los relatos, un intelectual salvadoreño exiliado en el Canadá regresa después de muchos años obligado por la muerte de su madre. Las impresiones y, sobretodo, las repulsiones sobre su país, constituyen el eje de este relato absolutamente hilarante. Una auténtica catarsis. Sobre El Asco, Roberto Bolaño dijo: «Leí El Asco de un tirón, en realidad la única forma de leerlo, y me gustó mucho. Es una novela humorística, desaforada, ácida y altamente saludable».
Por este libro Castellanos Moya fue amenazado de muerte y tuvo que exiliarse de El Salvador.
El arma en el hombre (Tusquets Editores, 2001). Se trata de una genial, brutal y trepidante historia contada en primera persona por un militar salvadoreño. Militar apodado “Robocop” que sirve durante la guerra en un escuadrón de élite entrenado por los EEUU y quien, al final de la guerra, no tiene nada que hacer. Se dedica entonces a la delincuencia y, luego, es reclutado para formar un grupo paramilitar que continua “sirviendo a la patria”. Una historia de comienzo a final completamente alucinante.